2 razones por las que la gente no consigue lo que quiere

Ahí van, esta vez en formato vídeo:

Pues eso, ahora, como siempre, tú decides.

¿Estás seguro de que quieres conseguir todo lo que te propones?

Ya sabes lo que tienes que hacer, ¡¡ponte a ello!!

Recargar la batería

¿Qué tal te van las cosas?

Quizá estés muy orgulloso de cómo te van, la sonrisa sea permanente en tu rostro, te sientas pletórico porque la vida es maravillosa y la felicidad te saluda todos los días...o casi todos.

O quizá no.

Quizá te sientas débil, apagado, incluso triste, aburrido de que pasen los días, sin emoción.

Quizá sepas que necesitas un cambio, o un empujón para seguir adelante, o una ilusión, o conocer nueva gente,... e incluso puede que creas que es "normal" sentirse así.

Fijate en tu teléfono móvil. ¿Cada cuánto lo conectas al enchufe para recargar la batería? Para que siga funcionando como debe hacerlo, para poder aprovechar sus múltiples aplicaciones,...¿cada dos días?

Vale...¿Cada cuánto recargas tú tu batería? Sí, cada cuánto te pones en contacto con una fuente de energía, que te haga sentir pletórico, maravilloso, y con ganas de comerte el mundo.

Porque se puede. Se puede y se debe recargar la batería para que todo te vaya bien.

Y tu batería se puede recargar en el gimnasio, con los amigos, con música, con algún maestro, con el yoga, con la meditación,....

Así que, ¿Quieres sentirte pleno, seguro de ti mismo, pletórico, capaz de comerte el mundo?

1.-Escoge cómo vas a recargar tu batería
2.-Decide qué momento del día o de la semana vas a dedicarte a hacerlo
3.-¡Acción! a disfrutar y a sentir que la felicidad te saluda todos los días!!

Enemigo público nº1

¿Sabes quién es?

Yo diría que lo conoces, o por lo menos él, o mejor dicho ella, te conoce muy bien a ti.

Su hobby es protegerte, no quiere que sufras, no le gustan los cambios, quiere mantenerte a salvo.

Pero es tu enemigo, SÍ, porque quiere protegerte, no quiere que sufras, no le gustan los cambios, quiere mantenerte a salvo.

Así, no te equivocas, no cometes errores, o lo que es lo mismo, no creces, no evolucionas, no avanzas en la vida, no experimentas cosas nuevas, no vives experiencias diferentes.

Es tu vocecita, esa que acaba de decir en tu mente "¿Qué vocecita?". Esa que cuando vas a tomar una decisión te pregunta: "¿Estás seguro?¿Y si te equivocas?  ¿Y si...? ¿Y si...?".

¿La reconoces ya? No tiene que ver con tu conciencia, tu conciencia no te frenaría nunca. La vocecita sí.

Reconócela y acéptala, pero no le hagas caso. Es lo que te limita, es lo que no te deja hacer locuras, o divertirte un martes por la tarde, es lo que te hace dudar de ti y de todo tu potencial, pero no lo hace por molestar, recuerda, es su hobby.

Eres una persona maravillosa, mucho más de lo que te imaginas. Escúchate, decídete, sal de tu zona de confort, aprende cosas nuevas, haz cosas diferentes,...crece, evoluciona, ¡VIVE!.

Y cuando aparezca tu vocecita, dale las gracias por su opinión, pero sigue adelante, que no te detenga, persigue tus sueños, pues no los tendrías si no tuvieras la clave para hacerlos realidad.

Dime con quien andas....

¿De qué personas te rodeas?

El autor Robert Kiyosaky dice Algo así como que "pienses en las 5 personas con las que más te relacionas a lo largo de los días. Si no cambias de personas serás igual que ellas en cinco años o menos".

Creo firmemente que tiene razón, así que tómatelo en serio.

Quizá tengas a tu lado un coach, un mentor, una mente maestra con la que caminar en este momento, pero... ¿y el día a día? ¿Con quién te relacionas?

¿Son personas con tus mismas inquietudes, o alegres, o comprometidas, o responsables, ...?

Tómatelo en serio, de verdad.

Puedes pensar que no es fácil rodearse de gente maravillosa (si estás en Zaragoza puedes encontrar mucha gente así en mi grupo de Crecimiento Personal), pero depende de ti.

¿Dónde buscas a este tipo de personas? Quizá necesites ampliar tus círculos, conocer gente interesante de la que seguir aprendiendo, o quizá puedas conocer un poco más a la gente con la que te cruzas en el día a día y casi ni saludas.

Y ¿Qué clase de persona eres? ¿Eres de las que a la gente le gusta conocer?¿De las que alegra la vida a los demás?

De cualquier manera, lo creas o no, eres una persona de influencia en tu círculo. Tú decides, eso sí, la influencia que transmites.