¿A quién vas a alegrar el día hoy?

Es una pregunta sencilla de responder y sin embargo es probable que hayas pensado ¡¡¿Qué?!!

Igual que tienes por costumbre desayunar o ducharte, que incluso has hecho de ambas cosas un hábito, te propongo una cosa.

Una cosa que va a alegrar el día a los que te rodean y que, además, a ti también te hará feliz.

Es algo muy sencillo y que tiene consecuencias muy gratificantes. Cómo siempre procuro hacer, vayamos por partes:

1.- Mira a las personas que te rodean. Pero no les eches un vistazo. Míralas de verdad, siendo consciente de ellas, de su presencia.

2.- Diles algo bonito. Su pelo, su ropa, su sonrisa, un trabajo bien hecho,... Quizá no te acuerdes de sus nombres o de los planes que te contaron para el fin de semana, pero los tienes delante y los estás mirando, algo se te ocurrirá porque no dudo de que eres una persona de recursos. Puedes incluso pedirles un consejo o preguntarles por la familia (así también les indicas que te importa su opinión o su vida).

3.- Sonríe y sigue a lo tuyo. No te des importancia. No esperes respuesta.

Vivimos rodeados de gente, en sociedad,...¿qué te impide hacer tu entorno más agradable?

Olvida la vergüenza, el qué dirán, o el sentido del ridículo y haz que los que te rodean se sientan cómodos cerca de ti. Cómodos, importantes y grandes. Eso, sin duda les alegrará el día.

Quizá no estén bien, o estén pasando un mal momento o necesiten oir algo agradable. ¿Por qué no eres tú el cambio que deseas ver en el mundo?

¿Por qué no actúas?

Supongamos que sabes lo que quieres conseguir, que tienes un reto que superar,...pero aún así no te mueves, aún así hay algo que te impide dar el primer paso, algo que te hace permanecer y sentirte estancado ¿sabes a lo que me refiero?

Bueno, primero, enhorabuena por reconocerlo!!

Segundo....la gente se mueve por dos motivos principalmente:

1.-Por placer

2.-Por dolor

¿No empiezas a andar?¿No te mueves?

Pues o tu sueño no te inspira lo suficiente o no te duele demasiado la situación actual que estás atravesando.

Puedes darme muchas más excusas: miedo, indecisión, falta de fuerza de voluntad,...pero lo cierto es que o no lo quieres tanto como para salir de la realidad en la que vives (aunque tú creas que sí) o no te duele tanto como para aventurarte a lo desconocido.

Dos opciones tienes:

1.-O te quedas como estás, hasta que el dolor sea tan fuerte que no puedas ni respirar

2.-O buscas un sueño mayor, un objetivo muy grande que haga que te despiertes por las mañanas con ganas de VIVIR.

Ah!!! y si tú no tomas la decisión, será la vida la que lo haga por ti. Tú mismo.